En medio de una autopsia sin anestesia. Síntesis de lo que la vida había declarado hace mucho tiempo. Borrachos jugando al póquer que apuestan hasta su mano izquierda, en ocasiones hasta su propio alma. Dejaron prevalecer su adicción por dos duros más. Pasaban los días y su único desayuno eran las colillas que recogia de la acera, ahora su trabajo sería vaciar botellas y su hogar si tenía suerte, algún recuerdo ajeno de lo que algún día fue. Conglomerado que acabaría con su vida.
Como la vida se convierte en nuestro propio veneno. Todo depende de la cantidad que estés dispuesto a someterte, pensaba.
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